«No tratéis de guiar al que pretende elegir por sí su propio camino» – William Shakespeare
Leo en Wikipedia hoy:
El concepto de disonancia cognitiva, en Psicología, hace referencia a la tensión o desarmonía interna del sistema de ideas, creencias, emociones y actitudes (cogniciones) que percibe una persona al mantener al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, o por un comportamiento que entra en conflicto con sus creencias. Es decir, el término se refiere a la percepción de incompatibilidad de dos cogniciones simultáneas.
– “Si. Si. Si”. – pienso, amigándome con el una definición más pro del sentimiento que venía rumiando todos estos días.
Tal cual.
Es esa la definición de lo que nos pasa a muchas solteras seriales cuando, después de años de estar solas y de grandes epopeyas y odiseas que atravesamos en la búsqueda de ese compañero, finalmente nos damos de bruces con la realidad de que ya no estamos más home alone.
Y en lugar de alegrarnos, de festejar, de emborracharnos con dicha… dudamos, nos cuestionamos e incluso… ¡Nos arrepentimos!
Esto, que nos sucede a todas, es más evidente en algunas de nosotras.
En mi caso, esta incongruencia se ve a simple vista: todas las veces en las que me puse de novia empecé a sentirme tensionada, desequilibrada con el nuevo estado, insegura.
Esto porque la decisión de dejar de ser lo que generalmente somos (Solas, solteras, solas) implica un costo, un esfuerzo, una resignación de nuestra parte que espera a cambio una recompensa a cambio:
Cuando elijo UN candidato resigno la posibilidad de noviar con todos los OTROS.
Un universo entero de buenos amantes, grandes compañeros, prospects de maridos, amigovios, filitos, chongos y machos se me niega.
Se cierran las puertas. Se acaba la posibilidad.
Me pregunto cada vez: – «¿Será o no buena la compra?, ¿Habré acertado?…».
Por eso es tan, pero tan importante la satisfacción post – compra, je.
Le pasó a una amiga 
si la oficina de reclamos por desperfectos es tan linda como la de ventas, entonces no hay estafa.
Touché, Romano.
A propósito, estuve de paso por tu blog… muy bien diez :)
hay que jugarsela, y que reviente todo
vos decís? para tanto? que explote el mundo, entonces?
Alguna vez vas a tener que hacer caso omiso al vértigo y tirarte al abismo .Alguna vez.
Si, yo tengo fe….
Ese que tan bien contás es el compromiso que más cuesta, el que sale de adentro, desde las entrañas. Animarnos y vencer al miedo es lo que hay que hacer, en este caso :)
Tal cual, Pau… pero como cuesta ;)
Me sentí ofendida http://www.rollingstone.com.ar/weblogs/poplife/nota.asp?nota_id=1172937 Si tuviera blog, si supiera escribir le contestaria
cómo te vas a ofender? hay de todo en la viña del señor, dejalo que sea feliz escribiendo lo que se le cante… fijate que habla de él, no de los demás, habla de que él está harto. Y a quién le importa él sino a él…?
coincido con Romano. Sinceramente no vale la pena mi tiempo. Pero te entiendo Lauri, me molesto.
Casi tanto como me molesta leer el blog de Ingrid en perfil. (no pongo el link porque sencillamente no quiero derivarle tráfico) uno lee esas cosas y se siente un poco insultado, no?
Costo de oportunidad se llama en las teorias economicas, toda eleccion implica dejar de lado algunas cosas, esta en uno arriesgarse. Pero ojo que no elejir implica la perdida de todas las opciones
jaja. es parecido, pero no es lo mismo. La disonancia cognitiva es un sentimiento de arrepentimiento.
Igual ambos conceptos están relacionados, no 253? fantástico aporte, el del concepto de costo de oportunidad ;)
Yo hablo en los terminos que conozco, se que no es lo mismo pero es bastante semejante y puede ser esclarecedor.
Se me ocurre que podes llegar a hacer algo con la matriz bcg pero tenes que pensar bastante
Esta bien, el problema que en algunos falla la cognición y el problema con esos energúmenos es que no existe el servicio post-venta, de modo que ante la primer falla ¿a reclamarle a quién?
Ya lo decía mi viejo, el SI es la mayor de las negaciones.